La quinteria – Un poco de historia

Años 50 - Dos herencianas en la almazara del Friginal
Años 50 – Dos herencianas en la almazara del Friginal

En el primer cuarto de siglo y posteriormente unos cuantos  años más, el campo no sólo era trabajado por el hombre, sino también  por la mujer. Pero como no habí­a medios de locomoción y habí­a que estar de sol a sol, se hací­an quinterí­as. Era tan maravilloso contemplar entonces los campos, alegres y joviales, con el buen  humor de sus gentes, cantando mientras realizaban sus faenas, Y cuando el sol se poní­a, y llegaba la hora de descansar, las noches eran interminables, divertidas, los mozos tocando, las mozas bailando y cantando, transparentándose sus siluetas a la luz de los candiles.

Recuerda un anciano.- No se me olvidará cuando salí­amos cuadrillas de quince u veinte mujeres y hombres, y toas las casas tení­an quinterí­as, nos í­bamos el domingo por la tarde pa dormir allí­, parecí­a aquello un pueblecito por la noche. Como no habí­a tele, llevaban los gramófonos  pa cantar, y luego bailábamos y jugábamos. Se bailaban jotas y rondeñas. Una decí­a así­:

Los sábados de quincenas,
se juntan los mayorales,
se montan en las galeras,
y ya parecen las amas.
y aquella rondeña:

Rondeña, quieres que baile,
rondeña, yo no la sé,
por darle gusto a mi amante,
rondeña, yo bailaré.

 Habí­a una jota repiqueteá, que daba envidia ver a las mujeres bailar. Tos sabí­an… yo tuve que ir a enseñame, porque sino no podí­a bailar.

Dice una anciana.- Y cuando no se llevaban el gramófono, tocábamos con cañas, que nos  poní­amos por el cuerpo y un palejo, y sino con el caldero y la cuchara.

Se podí­an ver las arrugas de sus caras, los surcos de sus cuellos, marcados por los dí­as y las horas de sus vidas, donde se conjugaban  grandes y pequeños detalles. Y unas voces ya agudas, ya graves, apaciguadas, trémulas, inundaban la noche con todas estas historias.

Hoy es sábado y no quiero
dormir en la quinterí­a
porque rondan los gañanes y
y yo me muero de envidia
si me entero de que rondan
las esquinas de mi novia.

Casas de campo en Villacentenos
Casas de campo en Villacentenos

2 pensamientos en “La quinteria – Un poco de historia”

  1. Me acuerdo de las quinterias, cuando se preparaban las comidas….
    ….e pan que tenia que durar 3 ó 4 días……..e tocino blanco con alguna beta uh,uh, buenísimo………e bacalao para el mojete…. y todo ello metido en la alcuza.
    Tiempos difíciles que se vivían con mas alegría que ahora
    ello

¿Y tú que opinas?

Por favor rellena todos los campos, tu email no se mostrara