Anecdotario – Los molinos de Herencia
Por Ángel Martín-Fontecha Guijarro
En el término de Herencia las Sierras de la Horca y de San Cristóbal son dos alineaciones montañosas que configuran las últimas estribaciones de los Montes de Toledo en su parte más oriental. La altitud de estas sierras que destaca ante la uniformidad de la llanura manchega se convirtió en el marco idóneo para asentar los molinos, importantísimos instrumentos de transformación agraria.
Sin embargo, los herencianos tardaron mucho tiempo en poder disponer de estos artefactos para la molienda del trigo y era constante la queja con la que argumentar la pretensión de conseguir la concesión de los mismo para “la provisión de pan, de que suele carecer el pueblo por falta de molinos harineros y evitar que los vecinos de la villa tengan que ir a moler el trigo a tres o cuatro leguas –molinos de viento de localidades vecinas o molinos en el río Guadiana-“.